lunes, 5 de octubre de 2015

Testimonio Michelle Coldeira Knuth y terapia con PNL


Hola a todos, mi nombre es Michelle, quiero compartir mi testimonio con ustedes.

Conocí a Pacho por medio de su primo, él pudo sentir mi dolor y me dijo que podía ayudarme.  Me habló de la técnica PNL, nunca había escuchado algo sobre eso.  A mi madre la mataron cuando yo tenía 14  años, pude ver lo que sucedió a través de un sueño.  Fue un 11 de agosto del 2007, me desperté llorando, sabía qué iba a pasar, podía sentirlo.  Estaba lejos de mi madre, la llamé por teléfono y le dije: “Mamá por favor corre, corre fuerte... te van a matar, lo vi en mis sueños, vete de ahí  y corre”.  Ella se sorprendió, y me dijo: “hija todo está bien, tranquila”.  A los 3 minutos llamó mi tía, diciéndome lo que ya yo sabía.  Fue horrible, me sentí tan culpable, porque pensé que podía evitarlo; me sentí mal porque una semana antes tuve una discusión con ella, esa fue la última vez que pude verla y no le había dicho cuánto la  amaba.  Por teléfono sólo le dije, lo que le iba a pasar, no pude decirle más, todo fue muy rápido.

Después de lo ocurrido, el sueño se repetía una y otra vez, me sentía tan culpable…, fui a terapia, me hicieron acupuntura muchas veces, siempre lloraba, en todas las terapias, hasta que conocí a Pacho, un hombre maravilloso.  Con mucho amor y energía,  yo lloraba y el podía sentir mi dolor y también lloró conmigo.  Me preguntó si quería ver a mi mamá; así empezamos el ejercicio, me dio tres cartas, el  pasado lo colocó atrás, el futuro adelante, y me dio el presente en la mano.  Me dijo que colocara mi presente donde yo consideraba, las cartas estaban en el piso, así que coloque mi presente sólo un poco después de mi pasado, y la carta del futuro la veía muy lejos de mi presente.  Me preguntó el nombre de mis padres y mi edad, luego me dijo: “cierra los ojos, iremos a tu pasado, a la edad donde sentiste más dolor”.  Me tomó de la mano y me dijo: “en tu presente tienes 23 años, ahora caminemos hacia el pasado”, fuimos retrocediendo, a medida que retrocedía recordaba todas mi experiencias, y lloraba y lloraba.  Hasta que llegué a los 14 años, y le dije: “ahí, para”, y me dijo: “¿qué te hubiese gustado decirle a tu mamá?, tienes la oportunidad, ella está ahí, puede verte y tú también a ella”.  Fue muy real todo en mi mente, estábamos en el terminal, ella estaba en un carro rojo, pude ver sus ojos café, su rostro color canela, su hermoso cabello negro y rizado, la veía claramente, ella me veía sonriendo, su rostro me transmitía esperanza.  Le dije: “madre, perdóname por comportarme mal contigo, por ser mala hija, te amo, te amo, gracias por todo, gracias por perdonarme”.  Me dijo que también me amaba, y que estaba orgullosa de mí, la abracé muy fuerte, ella me besó la mejilla, estuvimos un rato abrazadas, pude tocarla, pude sentirla, ella estaba allí; poco a poco fui desprendiéndome de ella, ya estaba lista para dejarla, para dejar el pasado.  La vi cuando se fue, la vi cuando se despedía sonriendo, caminé hacia el presente, en el ahora, el Maestro me preguntó: ¿qué quieres para tu futuro?.  Le dije: “quiero ser feliz plenamente, estar tranquila, en paz, me gusta mucho Lima, me quiero quedar, lo primero conseguir trabajo en un hostal de voluntaria, meterme en una escuela de danza, y luego tener mi propia escuela”.  Repetía una y otra vez, “quiero ser feliz, quiero ser feliz”.  Ya estaba preparada, ya el pasado se había ido.  Abrí los ojos lentamente, abracé a Pacho con mucha fuerza, y le dije: “gracias, gracias, me siento bien, feliz, motivada para hacer muchas cosas, con mucha energía y con muchos planes”.

Fue una experiencia increíble, me siento renovada. Le di gracias a Dios por conocer a mi ángel en persona.  Es un nuevo comienzo para mí, vienen muchas cosas buenas.  Gracias Dios, gracias Universo, gracias a mi amado Ángel Pacho. 
 
Mil gracias  por ayudarme a dejar mi pasado, gracias por  transmitirme buena energía. 
 
 FELICIDAD  Y PAZ ES LO QUE SIENTO!!