lunes, 16 de noviembre de 2015

Entrevista Televisiva en Arequipa, Peru


Entrevista en el Panamericana TV, en la Ciudad de Arequipa para el noticiero matutino, hablando sobre la PNL y la ayuda que puede generar en las personas, así como también en la mejora del clima laborar en las empresas.

La importancia de expresarse.




“…Todo aquello que no te atreves a expresar,
es veneno convirtiéndose en enfermedad.
Todo aquello que te atreves a expresar,
es medicina que te cura a ti y a los demás..."

miércoles, 11 de noviembre de 2015

La tartamudez y la PNL , nadie nace tartamudo...




La tartamudez es la disfluencia más habitual; un trastorno del habla que consiste en una alteración del ritmo y la fluidez verbal, que se caracteriza por repeticiones indeseadas de sílabas, palabras o frases, acompañadas de interrupciones espasmódicas de la conversación, que producen angustia y son difíciles de controlar.

El origen de la tartamudez está en la falta de coordinación de los movimientos periféricos del habla, pero no se conoce su causa. Esta afección, al igual que el resto de las alteraciones del habla, tiene una mayor incidencia en los varones (cuatro veces más que en las mujeres), y se manifiesta normalmente entre los tres y los seis años. Cuando se inicia en la edad adulta suele estar relacionada con un acontecimiento traumático o una lesión en el sistema nervioso.

Los especialistas consideran que la tartamudez se debe a un conjunto de causas que interactúan entre ellas como factores genéticos, orgánicos, psicógenos, trastornos emocionales.
 
En este video se puede ver una intervención del maestro Anthony Robbins modificando el proceso mental que detona la tartamudez en el paciente y liberando su condicionamiento.

El poder de la comunicación efectiva esta en tus manos.


Aprendamos a conocer como hablar con el cuerpo, esta vez le toca a tus manos, pon mucha atención y observa las sensaciones que te provoca el correcto uso de las palabras y la combinación poderosa que se genera con el correcto y apropiado uso de tus manos.
 


Entendiendo el triangulo dramatico de Karpman


Los 3 mandamientos de Karpman
El primer mandamiento de Karpman es no rescatarás a personas que puedan valerse de sí mismas. Si lo haces, les estarás librando de sus responsabilidades y les impedirás que tomen sus propias decisiones y encuentren su camino.
Gracias a nuestra naturaleza empática estamos siempre dispuestos a ayudar a las personas que se encuentran indefensas y que no pueden valerse por sí mismas. Esta condición es uno de los valores más bellos de nuestra especie. Sin embargo, cuando lo hacemos con personas que no lo necesitan les estamos haciendo daño, pues caemos en una trampa de codependencia en la que hacemos cosas que no queremos hacer y hacemos más cosas de las que nos corresponden. Y esto generará sentimientos de ira y frustración tanto en el Rescatador como en la Víctima a la que aspira a rescatar.
El segundo mandamiento de Karpman es no ejercerás de Víctima, salvo que realmente no puedas valerte de tí mismo y necesites la ayuda y el rescate de los demás.
Cuando asumimos el rol de la Víctima, al igual que sucede con el rol de Rescatador, acabamos albergando sentimientos de ira y frustración. Estos sentimientos se disparan porque la Víctima se siente degradada y tratada como un caso de caridad. O, tal vez, porque se siente humillada y resentida. O, simplemente, porque toma consciencia de la ira y el desprecio del Rescatador.
El tercer mandamiento de Karpman es no Perseguirás. Los sentimientos de ira y frustración que experimentamos desde el rol de Víctima o de Rescatador nos llevan a enfadarnos con el otro y a asumir el rol del Perseguidor.
Perseguimos cuando juzgamos y criticamos a los demás, cuando predicamos lo que deberían hacer y cuando les castigamos. Cuando perseguimos lo hacemos desde la superioridad, desde el sentimiento de que las demás personas están en un plano inferior. Y podemos hacerlo tanto desde la frialdad y la sutilidad como desde la violencia y la agresividad.
Si no cumples los tres mandamientos de Karpman entrarás, como penitencia, en un triángulo dramático. Tú y las personas que te acompañan os veréis arrastrados en una dinámica por las que ireis rotando, de manera aleatoria, por los papeles de Rescatador, Perseguidor y Víctima.
Buen viaje.